Por fin Sanidad se ha dado cuento que lo que comemos es una aventura y una gran mentira, que ya no se tiene el sabor de antes… que con tal de ganar dinero hay que hacer mezclas y añadidos…y que se lo trague todo el mundo…
Si se hicieran análisis bromatológicos a todo lo que nos venden. ya no sabría la diferencia entre alimentarnos a nosotros o alimentar al ganado…
A ver si empezamos a saber lo que comemos, que analicen el porcentaje de leche que hay en los brick que vende Carrefour y Mercadona, a ver si la leche francesa o alemana que nos venden es agua o vinagre..
Que analicen los porcentajes de carne, según las diferentes especies y el porcentaje de magro-grasa que nos meten en esas bandejas tan bonitas de carne picadita…
Que analicen los residuos ppm de pesticidas y metales pesados que nos meten en las verduras, en el agua embotellada, esa de Lanjarón, Font Vella o la de la Tia Juanita…..
Y a mí que me daba pena cuando mi madre degollaba a la gallina del corral y con esa sangre y pan ralladito me hacía aquellas albóngitas, con sus piñoncitos…tan ricas y después aquel puchero….